Teneshia decidió que iba a convertirse en propietaria de una vivienda hace más de una década. Nunca se dio por vencida, a pesar de los numerosos contratiempos, incluido el despido pocas semanas antes de la fecha prevista para el cierre de la compra de una vivienda de Habitat.

En junio, cerrará la compra de una casa nueva y energéticamente eficiente con una hipoteca asequible en la comunidad Silver Pines Pointe de Habitat for Humanity Greater Orlando & Osceola County, en Orlando.

"Esta casa representa un legado para mi familia, persistencia, dedicación y sueños cumplidos", dijo. "Esta casa cambiará mi vida porque por fin tendré un lugar al que llamar mío".

Teneshia delante de su casa

Situación de vida frustrante

Cuando le preguntas a Teneshia qué le resulta frustrante de su actual situación vital, responde con una sola palabra: "Todo".

Desde que tenía 16 años, Teneshia ha vivido con su madre en un apartamento subvencionado de bajos ingresos en Orlando.

"Vivo en un complejo de apartamentos en el barrio", dijo. "Bueno, está al lado del barrio", refiriéndose a una zona insegura con altos índices de delincuencia.

Se marchó unos años para ir a la universidad, pero tras licenciarse en Empresariales, volvió a vivir con su madre. Desinteresada por invertir su dinero en alquileres cada vez más altos, se prometió que se quedaría en el apartamento de su madre sólo hasta que pudiera comprar su propia casa.

"No quería mudarme a ningún sitio hasta que pudiera pagarme mi propio espacio y mi propia hipoteca", dijo, expresando también gratitud por su madre.

En los últimos años, a pesar de tener un título universitario y un buen empleo en el sector bancario, esta soltera de 30 años tuvo problemas para acceder a la compra de una vivienda en el mercado libre.

Encontrar un hábitat

Teneshia se negaba a darse por vencida y recordó que un compañero de trabajo se había convertido en propietario de una vivienda de Hábitat para la Humanidad unos años antes. Recordó que estaba intrigada cuando el compañero de trabajo le explicó el programa y las horas de "sweat equity" (horas de voluntariado que los futuros propietarios dedican a Hábitat como parte de su colaboración e inversión en la misión).

"Me pareció genial que se pudiera devolver", dijo. "Mi abuela y mi madre me inculcaron el sentido de comunidad y de devolver".

Un par de años más tarde, sus caminos se cruzaron con el de un compañero de trabajo que le preguntó a Teneshia si alguna vez se había interesado por Hábitat. Fue entonces cuando Teneshia decidió solicitarlo, pero tardaría cuatro intentos en conseguir su casa.

La primera vez que lo solicitó, sus ingresos eran demasiado altos. La segunda vez se la aprobaron, pero perdió la casa tras ser despedida inesperadamente y su puntuación crediticia se desplomó.

"Estaba tan cerca que podía saborearlo", dijo. "Estaba destrozada".

No perdió la esperanza. Trabajó con uno de nuestros mentores para reconstruir su crédito. También encontró un nuevo trabajo como especialista en cuentas en un gran banco. La tercera vez que lo solicitó, se lo denegaron por un problema menor.

A la cuarta fue la vencida: Consiguió una casa en Silver Pines Pointe, en Orlando, con baño privado y garaje, todo lo que no le ofrecieron cuando le aprobaron la anterior.

Teneshia, a la derecha, revisa el papeleo con Tiffany Perry, gestora de viviendas de Hábitat.

"Esta vez me he clasificado para todo lo que quería", dijo, citando su fe en Dios.

Romper la maldición

Teneshia está programado para cerrar en su casa de ensueño en junio. Fue construido en cinco días por Park Square Homes durante Builders Blitz en febrero de 2022. Ella dice que su constructor, que donó la mano de obra y materiales para construir su futuro hogar, junto con sus subcontratistas y proveedores, es una bendición.

"Espero que sepan que el trabajo que están haciendo está cambiando la vida de la gente", dijo. "Han cambiado literalmente mi vida".

Su casa significa, sobre todo, la ruptura de una "maldición generacional": aunque su abuela tenía casa propia, su madre nunca la tuvo.

"Mi madre siempre me inculcó que fuera mejor que ella. Estoy haciendo que mi mamá se sienta orgullosa", dijo.

Y una vez que se ha convertido en propietaria de su vivienda, Teneshia sabe que puede conseguir cualquier cosa que se proponga, con la dosis adecuada de determinación, trabajo duro e intervención divina.

"El futuro es muy prometedor porque ahora sé que todo es posible", afirma.

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